La luz y la oscuridad son dos caras de una misma moneda. Sin una no existiría la otra. Hasta aquí, la enseñanza zen. La foto está sacada en Béjar, Salamanca. Hacía fresquete mientras nos encaminábamos a la Fuente del Lobo. Sí, parece un relato de Tolkien. Desgraciadamente, no nos topamos con hobbits ni orcos. Sólo había domingueros.
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